Ecuador hacia un verde esperanza

Por Tomás López Armendaris

Varios cantones del país ya están con semáforo en amarillo y esto implica que la mayoría de empresas están autorizadas para reactivarse de manera progresiva, cumpliendo y respetando ciertos protocolos sanitarios. Esto sin duda es un gran paso, teniendo en cuenta que hasta hace pocas semanas atrás estábamos casi totalmente confinados en nuestros hogares y pocos eran los sectores productivos que mantenían su operación.

El COVID-19 sin duda nos está dejando grandes heridas y cicatrices a todos, y no me refiero únicamente a las bajas humanas, las pérdidas económicas también han sido considerables. Lo que está pasando es comparable a una guerra mundial, con la diferencia de que en una guerra cada país decide si participa o no, nosotros no tuvimos opción, y como toda guerra, esta pandemia ha dejado una secuela de destrucción, y en muchos casos de desesperanza.

En el Ecuador, al igual que en todo el mundo, el sector turístico, y por supuesto el gastronómico, con el que siempre han ido de la mano, son de los más afectados, teniendo al momento pérdidas millonarias y un horizonte poco claro.

Estamos sintiendo una recesión marcada, no hay circulante, en consecuencia, hay poco consumo. Hoy más que nunca la industria necesita una inyección de liquidez a la vena, para tratar de cambiar este panorama poco alentador hacia un escenario de esperanza y de mejores días, necesitamos cambiar los semáforos de amarillo a verde lo antes posible, para con mucha cautela, responsabilidad y valentía hacer frente a este enemigo global que busca destruirnos y enterrarnos a todos. Estamos viviendo una pesadilla que día a día hace desaparecer a más negocios y emprendimientos que con tanto esfuerzo y sacrificio se consolidaron a través de los años.

Lamentablemente, en nuestra gran mayoría, no tenemos la cultura del ahorro, menos aún del aseguramiento de activos o patrimonio. Lo peor es que como Estado tampoco somos solventes y el Gobierno no está en posición de ayudar como todos quisiéramos o en el grado que vemos que sucede en otros países. A esto se suma la corrupción pública, que descarada e indolentemente se ha aprovechado de nuestros recursos a través de los años e inclusive en estos momentos tan difíciles.

Solo nos queda unirnos, ser solidarios, tolerantes y flexibles para salir adelante, demostrar de qué estamos hechos y levantarnos una vez más. Hemos perdido algunos rounds, pero mientras tengamos aliento la pelea no termina. Debemos evolucionar y adaptarnos a los cambios circunstanciales, para luego ser los protagonistas del cambio que nos lleve a la realidad que todos anhelamos y a un mejor futuro para nuestros hijos y generaciones por venir.

Deja un comentario

Únete al Club de Fans Gourmet

CARMA GOURMET
FOODS STORE

CARMA GOURMET
"LA FABRIKA"